Los pueblos, sus gentes, su arquitectura, sus tiendas de toda la vida, sus propuestas gastronómicas, sus entornos naturales, sus ríos y piscinas naturales… En fin, qué os vamos a contar, PLANAZO.
Para hacer una ruta recorriendo numerosos pueblos, lo mejor es fiarse de nosotros y que os acordéis de llevar:
1. Ganas de patear cada calle y rincón escondido.
2. El estómago preparado para probar mil y una exquisiteces típicas de los lugares visitados.
3. La cabeza bien fría para no dejarte llevar y comprar algún terreno donde construirte una casita con jardín y disfrutar de la tranquilidad.
4. Saludar y hablar con la gente porque seguro que te llevas alguna historia que no olvidarás.
Por último, no podemos olvidarnos del placer que da conducir con la camper o la autocaravana de pueblo en pueblo, por carreteras poco transitadas, sin ninguna prisa y la ventanilla bajada para respirar aire puro.